Los colectores de polvos son sistemas que mejoran la calidad del aire liberado por los procesos industriales o comerciales, son útiles tanto para evitar contaminación como en recuperación de material mediante la recolección de polvos. Se encargan de controlar las áreas de los polvos, en donde el medio ambiente, la salud y la higiene pueden verse afectados.
En otro caso, la correcta selección de un colector de polvos apropiado, representa un ahorro de energía. Un buen colector de polvos requiere un sistema completo que colecte, separe, capture y descargue eficientemente los residuos de distintos tipos de procesos industriales.
Una buena planificación como prioridad de un sistema de recolección de polvo debe ser determinar la información básica del proyecto, tan completa como sea posible, haciendo un levantamiento del lugar, donde incluyan características y especificaciones acerca del polvo que será recolectado, corrientes de aire o gas, así como también los limitantes aceptables de cada emisión, la ubicación y requisitos de la planta conforme a los estándares de calidad de cada empresa.
Los colectores de polvos requieren ser confiables y rentables, cada vez más eficientes para capturar partículas de polvo fino, con el fin de cumplir con las normas más estrictas de cada área.
Las aplicaciones de estos sistemas pueden extenderse a diversas industrias:
- Minera
- Metal
- Fundición
- Química
- Cementera
- Alimentaria
- Maderera
- Farmacéutica
- Calera
- Cerámica
- Fertilizantes
- Plástica
- Papelera
- Acabados
- Etc.